La Valle de Vió y el Cañón de Añisclo los visitamos desde la carretera que sale desde Escalona hasta Broto y que pasa por el refrescante Puyarruego donde antes hemos parado.
La carretera es pesada. Estrecha y con muchas curvas. De infarto. Se hace larga. Lo bueno es el paisaje y el espectáculo único al Cañón de Añisclo y la Valle de Vió.
Por suerte, no pasan muchos coches. Cuando vemos lugares para parar vamos haciendo paradas. El espectáculo es impresionante, solitario y muy salvaje.
Para visitar el Cañón de Añisclo en autocaravana, hacer alguno de sus senderos o visitar la impresionante Ermita de San Úrbez dentro de la roca, hay que ir por una carreterita de infarto que va de Escalona a San Úrbez, que en verano y temporada esta cerrada.
Para aparcar y acceder al Cañón de Añisclo en autocaravana tenéis el aparcamiento de Vió, la mejor opción, junto al centro de información donde hay un bus gratuito que te lleva a pie de la preciosa Ermita excavada en una cueva del siglo VIII y de donde salen múltiples rutas de senderismo como la del Puente del Río Bellós de una horita de recorrido circular y donde se ven cascadas o otras rutas de más dificultad.
Después tenéis en la carretera de Escalona a Brotó que recorre la Valle de Vió el mirador de Buerba, la visita al pueblo de Vió o Fanlo. Una buena parada a hacer antes de ir a explorar la zona es Escalona, donde el centro de información os ayudará a planificar las visitas y rutas en autocarvana por esta valle solitaría e impresionante.